En Villa del Rosario, Entre Ríos, se tiraron 8000 kilos de mandarinas

porque los productores no pueden cubrir los costos de producción con los precios actuales,

que oscilan entre 40 y 50 pesos por kilo.

Marcos Dal Mazo, de la Asociación de Citricultores de la localidad, explicó que la industria local está colapsada y no puede absorber más producción, y la exportación no es viable por la falta de competitividad. La situación ha llevado a un desperdicio significativo de fruta y a una crisis económica para los productores, quienes afirman que necesitan recibir entre 500 y 600 pesos por kilo para cubrir sus costos.