La guacamaya roja es una especie de ave que se encuentra en peligro de extinción

debido a la destrucción de su hábitat y la cacería furtiva.

Un grupo de conservacionistas, liderados por el biólogo Diego Noriega, están trabajando para salvar a esta especie. Noriega y su equipo se encargan de cuidar a las crías recién nacidas rescatadas de los cazadores furtivos y las alimentan cada dos horas. También trabajan para combatir el tráfico ilegal de guacamayas y protegerlas en su hábitat natural. A pesar de los esfuerzos, la población de guacamayas rojas sigue siendo pequeña, con solo alrededor de 1.000 ejemplares en la naturaleza. Sin embargo, los conservacionistas siguen luchando para salvar a esta especie y proteger su hábitat.