El gobierno argentino ha decidido disolver la AFIP
y asignar sus responsabilidades al Ministerio de Economía.
El objetivo de esta medida es mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos y en el control aduanero. Además, se busca reducir los costos y eliminar los puestos jerárquicos innecesarios.
Esta decisión también se toma con el fin de desvincular a más de 3100 personas que fueron contratadas de manera irregular durante el último gobierno.
Además, se reducirán los salarios de los cargos jerárquicos y se eliminará el porcentaje de recaudación que recibían los altos cargos.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) será el nuevo organismo encargado de estas funciones, y tendrá una estructura más simple y menos costosa. Esta medida representa una eliminación del 34% de la estructura y generará un ahorro anual de 6.400 millones de pesos.
Además, se desvincularán a 3.155 agentes que ingresaron de manera irregular a la AFIP durante el último gobierno kirchnerista, equivalente al 15% de la dotación actual.