¿Qué sucede cuando las computadoras pueden hacer literalmente todo?

Tenemos computadoras dentro de nuestros teléfonos inteligentes que pueden realizar cálculos masivos. Un iPhone, por ejemplo,

podría supervisar 120 millones de misiones de alunizaje de Apolo simultáneamente. ¿Pero sabes lo que las computadoras no pueden hacer? Imprime en 3D una pizza o planta un árbol.

Claro, podemos usar nuestros dispositivos para pedir una pizza o patrocinar una organización benéfica que planta árboles. Pero la idea de una computadora que literalmente pueda hacer cualquier cosa es absurda. ¿No es así?

Ciencia ficción

El universo de Star Trek tiene una máquina llamada "replicador", que es básicamente una impresora 3D para casi cualquier cosa. La idea detrás de estas máquinas ficticias implica una "reestructuración de proteínas". Dependiendo del período de tiempo particular, los replicadores en Star Trek pueden realizar funciones que van desde reciclar materiales en objetos útiles hasta sintetizar casi cualquier objeto inanimado reordenando energía pura.

Estos dispositivos se utilizan con mayor frecuencia, en el universo de Star Trek, para imprimir comidas y repuestos. Sin embargo, también son dispositivos de trama que explican por qué los barcos no necesitan transportar grandes cantidades de comida, agua y oxígeno: simplemente lo hacen sobre la marcha.

Realidad de la ciencia

Puede que Star Trek no esté tan lejos.

Científicos como la física teórica Chiara Marletto creen que tal dispositivo, un constructor universal, no solo es posible, sino que podría ser el eje que unifica la física clásica y cuántica.

No se trata de una meditación espontánea, sino de un serio hilo de investigación que los físicos teóricos han estado tirando durante más de una década llamado Teoría del Constructor.

La teoría del constructor básicamente dice que el universo no opera necesariamente bajo un conjunto de leyes ordenadas, sino que está controlado por lo que es posible y lo que no es posible.

Donde las cosas se ponen interesantes es en la idea de que una computadora universal, una que sería capaz de ejecutar cualquier cálculo, eventualmente conduciría a un constructor universal.

Estos dispositivos serían esencialmente impresoras 3D para la realidad. Literalmente serían máquinas capaces de realizar cualquier tarea.

La teoría del constructor define una "tarea" como cualquier cosa que pueda suceder. Esto significa que un constructor universal podría crear estrellas, planetas, vida y pizza aprovechando los bloques de construcción básicos de la materia.

¿Como funciona?

Este tipo de física teórica no se trata de explicar la realidad. La teoría del constructor, irónicamente, se trata más de deconstruir "respuestas" de larga data a preguntas que permanecen abiertas.

Donde la física cuántica nos dice que nunca podremos saber todas las cosas sobre un objeto, y la física clásica nos dice que podemos modelar objetos a medida que los observamos con relativa facilidad, la teoría del constructor intenta capturar toda la información sobre un "hecho" y expresarlo en el número mínimo de tareas necesarias para que su existencia tenga sentido.

En otras palabras: cuando la física cuántica nos muestra algo que no podemos reconciliar con los cálculos clásicos, la teoría del constructor nos da un marco para descubrir por qué algo contradictorio es aparentemente fáctico.

Pero, ¿qué significa esto realmente?

Por supuesto, todas las llamadas teorías de unificación prometen cerrar la brecha entre la física cuántica y la física clásica. Este no es diferente en ese sentido.

Pero lo que separa a la teoría del constructor es que se la imagina como un paradigma tecnológico directo. Los defensores sostienen que una hipotética "computadora universal" comienza a parecer cada vez más posible a medida que empujamos los límites de la computación cuántica.

Con el tiempo, es posible que podamos escalar las máquinas cuánticas a un nivel de utilidad en el que la capacidad de ejecutar tareas informáticas dependa más de la solidez de los algoritmos que las ejecutan que de la cantidad de energía que podamos reunir.

Cuando esto sucede, algunos científicos creen que los paradigmas de inteligencia artificial autogenerados que se ejecutan en máquinas con miles de millones o billones de qubits en acción podrían cruzar suficientemente al territorio de la "computación universal" y ser capaces de ejecutar todas y cada una de las tareas de computación posibles.

El siguiente (y último) paradigma de tecnología informática lógica sería entonces el de una computadora universal capaz de reproducirse a sí misma y, eventualmente, una máquina que puede realizar todas y cada una de las tareas posibles.

Si resulta que la teoría del constructor puede resistir el rigor científico, algún día podríamos manejar máquinas capaces de crear cualquier cosa en el universo conocido manipulando la materia oscura o alguna otra fuente de energía exótica.

Eventualmente podríamos crear nuestros propios planetas, estrellas e incluso crear universos enteros a partir de nuestros constructores universales. Y, si llega ese día, nos veremos obligados a mirar hacia arriba y preguntarnos quién es el responsable de la máquina que fabricó la nuestra.